Sin novedad en el frente
canción (me recuerda un poco a gurb )
Bueno, ha empezado a hacer un frío del demonio, quitando eso, continúo con mi retiro, casi espiritual.
Parezco niña en acogida, pero no tengo ninguna queja (tengo suerte después de todo), rodeada de gente buena y amable, me distraen y cuidan mientras decido qué hacer con mi futuro, ya que todo esto ha dejado cojos varios de mis proyectos (no vuelvo a planear nada con nadie; a partir de ahora yo sola).
De vez en cuando se me vienen a la cabeza reflexiones del tipo "creo que no podré confiar en nadie nunca más" y pensamientos automáticos negativos por el estilo. No sé si se me irá pasando con el tiempo, tampoco me preocupa, sólo me da pena.
Ya ha pasado el suficiente tiempo, el suficiente como para echarla de menos, encontrarla lejana, acostumbrarme a mis nuevos días...
Estos cambios de casa y hasta de país me trastornan demasiado. al principio estaba bien, pero luego parecía que no lo podía parar. Demasiada inestabilidad. Van siete mudanzas, siete ciudades distintas en cinco años, a este paso, ocho en seis años. Ya me vale. ¿Desarraigo? Soy experta mundial. Hay un momento en que no tiene vuelta atrás, lo perdido perdido está, gente, costumbres y lugares. El chico amable del kiosko de abajo, el camarero del bar de los desayunos, la dependienta de la farmacia, el conocido que saludas por la calle, todos ellos se confunden en la niebla de la desmemoria. No se puede arraigar.
Tanto luché por borrar los primeros lugares comunes que lo conseguí, vaya si lo conseguí, más no se podía. Ya lo dice la maldición árabe: "que se cumplan tus deseos". Y aquí estoy, como un actor sin escenario, mi vida en blanco, todo dispuesto para ser escrito a partir de la nada: casa, trabajo, amigos, escenario. A construir a partir de mi voluntad. Alguien me podría envidiar, alguien (pocos) que estuvieran tan en desacuerdo con su propia vida que quisieran cambiar radicalmente. El problema es que lo que en un principio, hace cuatro o cinco años, fue un deseo ahora es algo impuesto, porque a mí ya me gustaban mi casa y mi novia, empezaba a regar para arraigar, pero no pudo ser, y de nuevo me encuentro con el vacío ante mí y la necesidad de empezar a construir, cuando no hay tanta ilusión ni tanto material, ni tanto personal.
Pero será el misterioso impulso que todo ser humano lleva dentro y le hace ir más allá, un sueño, en esta ocasión más lejano que otras veces, difuso, que me empuja a seguir intentándolo tras otro nuevo, digamos, fracaso, que no lo es, que ya lo sé, que no hay que llamarlo así, que de todo se aprende, pero es para entendernos.
y no tengo ni idea, ni puñetera idea, de cómo hacerlo esta vez.
¿perdida? más bien ojiplática de la impresión, paralizada del susto, palpando el terreno en el que he ido a parar tras la experiencia con el paracaídas defectuoso.
8 comentarios
iwi -
gurb -
Oye, lo que estaras pasando solo lo sabes tu, pero lo que de ello queda en palabras blogueras es realmente ...nose como decirlo. Supongo que me entiendes.
anita -
bueno, nena, que ánimo y pa'lante, que todo pasa y siempre llegan nuevas cosas, nuevas ilusiones dulces que poco dejan ya de amargo de lo anterior.
Iwi -
ah, permíteme un poquito de acidez... gracias por los ánimos, eres un sol, o una luna si te gusta más.
y gracias karraxi por la confianza, no sé yo...
sonia, la ventaja de la experiencia suele ir acompañada de la desventaja de la edad y la pérdida de entusiasmo, pero sí, es cierto, en estos casos la experiencia es un grado.
macorina, gracias por los consejos. es dífícil, sobre todo en determinados momentos, es "me voy a inventar la ilusión de la nada, así, por gusto y sin venir a cuento", porque yo no esperaba lo que ha pasado. es difícil, a veces me apongo el chip automático del optimismo y me dejo llevar, pero en el fondo de mí está ese poso amargo del que no sé si lograré deshacerme definitivamente algún día.
macorina -
sonia -
karraxi -
anita -
al principio, cuando duele tanto no nos damos cuenta, pero echar de menos es bonito, es señal de que se ha tenido algo que llenaba, y siempre que se ha tenido una vez... puede volver a aparecer, tienes capacidad para enamorar y para disfrutar... y el mundo te está esperando.
Hay que tener coraje para cambiar cada vez que toca hacerlo... saltar cuando llega el momento y seguir para adelante. No importa cuantas veces haya que hacerlo, lo importante es continuar con los brazos abiertos para todo lo que irá llegando...
sí que sabes cómo continuar, sólo tienes que creerlo.
besitooos :)