Uso Patológico de Internet
¿Cuántas horas diarias se pasa enganchado a Internet? ¿Dos, tres, cuatro horas,...? ¿Acaso es usted de los que tiene más amigos virtuales que de carne y hueso? ¿Se siente más cómodo estableciendo relaciones a través del ordenador que en persona? Si pasa más de 38 horas a la semana conectado a la red –es decir, unas cinco horas diarias- usted es una persona adicta a Internet y sufre una enfermedad llamada Uso Patológico de Internet. El nombre de la nueva enfermedad ha sido acuñado por la Asociación Americana de Psicología y fue presentado en la reunión anual que celebró en Chicago. Para muchos especialistas, el uso excesivo de Internet es tan adictivo como las drogas, el juego, los video juegos o semejante a alteraciones de la alimentación como la anorexia o la bulimia.
Igual que ocurre con otras adicciones, el Uso Patológico de Internet empieza como un hobby o porque tiene alguna relación con el trabajo, pero después de un tiempo empieza a ocupar una parte central de la vida del individuo, que utiliza la pantalla del ordenador para escapar de la vida real y mejorar su estado de ánimo. Los adictos a Internet pasan su tiempo entre foros de discusión, los llamados chats (lugares en la red donde se pueden hacer amigos virtuales y charlar en tiempo real), navegando (buscando información diversa) o, simplemente, enviando o recibiendo e-mails (mensajes electrónicos).
Según una psicóloga de la Universidad de Pittsburg, la doctora Kimberly Young, menos del 10% de los usuarios de Internet se considera adicto. Young estudió a 157 hombres, de 29 años de edad por término medio, y a 239 mujeres, de una media de 43 años. Entre los datos obtenidos, resulta sorprendente ver que sólo el 8% de los adictos relaciona su adicción con el trabajo y que casi el 40% son secretarias, profesores, empleados de banco y periodistas.
Según el informe derivado del estudio, los usuarios opinan que la mayor ventaja de Internet es el anonimato. La gente se siente más segura y cómoda detrás de la pantalla, con una identidad secreta. Para muchos, lo más apasionante es que Internet les ofrece la posibilidad de reinventarse a sí mismos. El informe dice que aquéllos que sufren falta de autoestima o que sienten la desaprobación de sus demás congéneres son los que tienen mayor riesgo de adicción a la red.
Muchos adictos creen que en Internet (en los chats, sobre todo) hay una sensación de comunidad que no pueden encontrar en su ciudad. Entonces se refugian en un mundo virtual y hablan con personas de cualquier punto del planeta a las que probablemente nunca verán en persona. La situación ha llegado tan lejos que en la red ya pueden encontrarse sitios on line para seguir una terapia ciberespacial. Muchas de las sesiones de tratamiento se realizan por e-mail o en chats, como consultas virtuales que cuestan hasta unos 12 euros por cada media hora de charla. No deja de ser chocante tratar de curarse la adicción a Internet con un ciberpsiquiatra.
Igual que ocurre con otras adicciones, el Uso Patológico de Internet empieza como un hobby o porque tiene alguna relación con el trabajo, pero después de un tiempo empieza a ocupar una parte central de la vida del individuo, que utiliza la pantalla del ordenador para escapar de la vida real y mejorar su estado de ánimo. Los adictos a Internet pasan su tiempo entre foros de discusión, los llamados chats (lugares en la red donde se pueden hacer amigos virtuales y charlar en tiempo real), navegando (buscando información diversa) o, simplemente, enviando o recibiendo e-mails (mensajes electrónicos).
Según una psicóloga de la Universidad de Pittsburg, la doctora Kimberly Young, menos del 10% de los usuarios de Internet se considera adicto. Young estudió a 157 hombres, de 29 años de edad por término medio, y a 239 mujeres, de una media de 43 años. Entre los datos obtenidos, resulta sorprendente ver que sólo el 8% de los adictos relaciona su adicción con el trabajo y que casi el 40% son secretarias, profesores, empleados de banco y periodistas.
Según el informe derivado del estudio, los usuarios opinan que la mayor ventaja de Internet es el anonimato. La gente se siente más segura y cómoda detrás de la pantalla, con una identidad secreta. Para muchos, lo más apasionante es que Internet les ofrece la posibilidad de reinventarse a sí mismos. El informe dice que aquéllos que sufren falta de autoestima o que sienten la desaprobación de sus demás congéneres son los que tienen mayor riesgo de adicción a la red.
Muchos adictos creen que en Internet (en los chats, sobre todo) hay una sensación de comunidad que no pueden encontrar en su ciudad. Entonces se refugian en un mundo virtual y hablan con personas de cualquier punto del planeta a las que probablemente nunca verán en persona. La situación ha llegado tan lejos que en la red ya pueden encontrarse sitios on line para seguir una terapia ciberespacial. Muchas de las sesiones de tratamiento se realizan por e-mail o en chats, como consultas virtuales que cuestan hasta unos 12 euros por cada media hora de charla. No deja de ser chocante tratar de curarse la adicción a Internet con un ciberpsiquiatra.
4 comentarios
Omanero -
De todas formas tengo que decir que se tiende a llamar adicción a lo que es nuevo novísimo del todo, que nadie dice que fulana está enganchada a leer novelas porque socialmente está la hostia de bien aceptado, o quien está enganchado a comprarse ropa.
gurb -
gurb -
Empezemos la reunión, pues;
"hola, me llamo gurb y soy adicto a mis cibercolegas"
Brixta -
Lo que me alucina es la terapia por internet. Es como irte de cañas con tus colegas de Alcohólicos Anónimos después de la reunión.