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weblog de Iwi

Por fin, un ratito.

Por fin, un ratito de descanso y un ordenador para mí sola.

Para empezar, mi ordenador sigue secuestrado, como dice Brixta.

Hoy he estado mirando ordenadores en la FNAC, modos de financiación y demás. Creo que dentro de poco habrá ordenador nuevo, estoy entre dos... me lo estoy pensando. Mañana lo decido, si es que sí tendréis noticias mías.

Estoy agotada, han sido unos días de no parar, organizando la nueva vida que me ha impuesto el destino y sobre la que yo he tenido poco margen de actuación. Vale, también me podía haber ido a la India a ayudar a los pobres, no os creáis, que lo he pensado -eso siempre lo pienso cuando estoy en las últimas-, pero iba a ser peor el remedio que la enfermedad y no me apetecía separme de la gente que quiero, así que aquí estoy.

Siempre es más duro para el que se queda que para el que se va, de eso no me cabe duda, aunque en cierta forma yo también me he ido, puesto que he cambiado de ciudad (huida hacia delante), pero sólo eso. Ha sido un cúmulo de sensaciones, dolorosas en su mayoría: la perplejidad ante lo inesperado, no poder evitar ver el mundo bajo los ojos de la desconfianza y, sobre todo, sospechar que esa percepción ya nunca cambiará. No ha sido fácil enfrentarme a la mudanza (me quedé con la casa común, un regalo envenenado), a los recuerdos, al cambio impuesto de hogar (imposible llevar a término mi sueño de arraigarme), a tener que sacar energía e ilusión de donde no las hay, pero ya está hecho.

Me he quitado un gran peso de encima, y por fin empiezo a creer a los que me dicen que es lo mejor que me podía haber pasado y que a veces los cambios son para mejor.

Sigo con mi vida sana, sin fumar y adelgazando, no una cosa espectacular, porque tampoco me martirizo, pero no está nada mal.

Vivo en Madrid, en Lavapiés, en todo el meollo, que me mola. Empiezo a hacer amigos, en este sentido no tengo queja, me estoy integrando más rápidamente de lo que nunca pensé. También consolido los antiguos. Mi amigo J. por fin ha vuelto de su viaje a Nueva Zelanda, y todavía mejor. (Se fue en autocaravana con cinco amigos durante un mes por Nueva Zelanda, una pasada de viaje -bosques, rafting, glaciares desde helicóptero, pinguinos, playa...-, qué envidia).

Comparto piso con dos chicos, pareja, y estoy bastante contenta en este sentido. Me apetecía poner un toque masculino en mi vida. Aunque son pareja no son en absoluto empalagosos (cosa que les agradezco, especialmente en este momento de mi vida). Son muy simpáticos e inteligentes. Las noches viendo la tele antes de dormir son una risa y, sin conocerme de antes, me cuidan bastante. Podría hablar mucho más de ellos, pero casi mejor lo dejo para otro post, si no me voy a extender demasiado. [También me gustaría hablar largo y tendido sobre las mudanzas. Próximamente en sus pantallas (de ordenador)].

De pronto tengo una nueva "familia" alrededor que antes nunca imaginé. Me dicen hacen dos meses que esto iba a ser así y no me lo creo. Me ha dado un vuelco la vida bestial. Pero estoy optimista, superando el bache, intentando pasarlo bien y aprendiendo mucho, tanto del exterior como del interior.

Ah, se me olvidaba, y para descansar y recuperarme, me ha invitado una amiga a pasar unos días la próxima semana en un sitio del País Vasco supuestamente muy bonito cuyo nombre ahora mismo no recuerdo pero que está cerca de Bilbao (los Altos de NoSéQué). Me voy a llevar el coche para hacer rutillas y tenemos allí un amigo común que ha prometido acompañarnos a los sitios más interesantes, así que estoy bastante ilusionadilla con el viaje, promete muchísimo. Ya os contaré Guiño.

Empiezo, tímidamente, a paladear mi olvidada independencia, y me gusta.

 

Siempre me gustó.Sonriente

 

6 comentarios

iwi -

omanero y gurb, os lo juro que no sé como lo hago (lo de adelgazar -menos de lo que quisiera y sobre todo más lentamente- y lo de no fumar). Creo que influye el haber cambiado muchos otros hábitos al mismo tiempo, y la fuerza de voluntad, claro, que en mí es minúscula, pero es cuestión de proponérselo, de creerte a ti mismo. Mi hermana me dijo: "pues sí que te ha dado coraje la ruptura que has dejado de fumar". Igual es eso.
macorina, me ha hecho mucha gracia tu comment. Tengo treinta y dos años, y sí que es cierto lo que comentas, que ya no se tiene la misma energía que a los veinte, pero también es verdad que se tienen más recursos (por buscar algo positivo, ejem yo también)
sonia, a la vuelta os cuento, seguro, seguro.
laura, eso, que ya a la vuelta. gracias por los ánimos y los buenos deseos.

gurb -

oye iwi, visto lo visto; ¿no te saldría mas a cuenta pillar un bono de 100 horas en el ciber de la esquina?

coñas aparte, me alegro que las cosas te marchen (que envidia daís los que conseguis dejar de fumar).

Laura -

Niña, me alegro mucho de que poco a poco vayas saliendo del bache. Has hecho lo mejor que podías hacer, la distancia y el tiempo actuarán de bálsamo para curar las heridas, llegará un día en que sin darte cuenta lo habrás superado todo. De nada serviría que te quedarás ahí lamiéndote las heridas, mucho mejor que seas así de valiente, cojas tu vida y hagas con ella lo que quieras. Los cambios en rachas así son lo mejor que nos pueden pasar, más cuando somos nosotras mismas las que los elegimos. Espero que te vayas haciendo aquí una nueva vida, que vayas conociendo gente que merezca la pena y que te cuide y que superes todo esto con rapidez.
Para lo que quieras aquí estoy, a ver si nos vemos algún día que ya tengo ganas ¡Deja de hacerte de rogar!! Je, je... Un besazo muy fuerte y hasta pronto!

sonia -

Poco a poco se te va viendo más ilusionada. Me alegro un monton de lo bien acompañada que estas en tu nuevo hogar.
Espero que tengas ordenador para contarnos ese viajecillo. Un beso.

macorina -

A mí me pareces super valiente. Los cambios siempre son difíciles y más a ciertas edades (o sea, no te estoy llamando vieja ni nada - de hecho no sé que edad tienes - quiero decir que ya a una le apetecen otras cosas y no se tiene la energía que se tenía con 20 años)

Bueno... se supone que este era un comentario de ánimo, ejem :-)

Omanero -

Bueno, sea en la India o sea en Lavapiés, es igual, la vida puede dar un cambio en cualquier momento, en cualquier sentido y por cualquier motivo. Vamos, que no he dicho nada nuevo, ni original, ni interesante, ni nada de nada. Eso sí, me alegro de verte tan ilusionada, con el viaje e, indirectamente, con el cambio éste que ha pegado tu vida.

Y poniéndonos trascendentes, me abruma que seas capaz de adelgazar y dejar de fumar, no sé cómo lo haras, pero a mí me pasa al contrario, cada día fumo más y me echo más lorzas, que ya están cogiendo una solidez liporrocosa –e. d., tocino del güeno– que da para hacer un cocido multitudinario.