Blogia
weblog de Iwi

Mi imposibilidad para postear

Editado: 

 

 

Manu Chao - Mentira

De la una no puedo hablar, que no es elegante ni conveniente, de la otra tampoco, no vaya a ser que se entere la gente de su marca de tinte, de la tercera menos, no queramos joderla, el otro se muere si lo hago, y no queremos funerales. A Nay lo traigo frito, angelito, lo voy a dejar ya. De mis compañeros, tres cuartos de lo mismo, que miedo me da el día que descubran mi blog. Tanta vida no tengo. Estoy cohibida, yo así no puedo. ¿Por qué no podré ser como Omanero , que hace unos posts que te cagas sin necesidad de contar su intimidad ni la del vecino? Tengo la sensación de que me vuelvo transparente.

Digo, pues nada, reelaboro un texto antiguo, ¡pero si los he perdido todos!
Luego, sólo se me ocurren cosas escabrosas. Todo lo que no puedo hacer, como el post del sábado, que lo cerré a comments porque pensaba eliminarlo (para no tener que borrar luego los comments de nadie). (A ver, una cosa es una cosa y otra cavarme mi propia tumba dejando por escrito cosas que luego puedan ser utilizadas en mi contra).
Hice la prueba con Kirikita, de tres años, para estudiar el tema de si te prohiben una cosa la vuelve más atractiva, y efectivamente, es innato. Puse una silla en un pasillo por el que nunca se pasa y le dije: “por ahí no se puede pasar”, y un minuto después estaba la niña andando de puntillas hacia el punto prohibido. Pues lo mismo me pasa a mí con los temas inconvenientes.

Así que… tenemos dos opciones:
a) hablo de las mis películas favoritas de todos los tiempos, que es un tema en el que todo es empezar porque enseguida me emociono y no paro. ¿Quizá en otro momento?
b) os cuento mi día, que ha sido normal, por la mañana he llegado tarde a todas mis citas, he cocinado una nueva receta que me ha salido regular, y visto lo poco interesante que está la tele me he puesto a escribir, por hacer algo.
Y ya, ya, que no hay necesidad de escribir tampoco, pero es que yo tengo ganas de hacerlo.
Bueno, no me hagáis caso.
También puedo comentar las noticias:
cae la bolsa y las inmobiliarias se descalabran.

Todo el mundo se pregunta si es el fin de la burbuja inmobiliaria. Yo creo que eso da igual, a estas alturas el fin de la burbuja no beneficia a nadie, y que los pisos estén más baratos (ligeramente, no nos engañemos), no nos saca de nada, porque el que se podía embarcar ya está metido en una hipoteca de por vida. Por eso ha caído la bolsa, y no sólo por los frenos a la especulación por parte de las comunidades autónomas (el poder de las inmobiliarias, que es muchísimo, está perdiendo frente al poder público; un poco tarde, quizá, pero está ocurriendo) ni los intentos de la UE de controlar la inflación subiendo los tipos de interés, sino porque ya apenas queda gente a la que pillar.

Sospecho que esto es sólo el principio de un bache en la economía bastante chungo. Ahora la gente al paro, y de rebote en los demás sectores. No se puede basar la economía de un país en la construcción, y menos con los tiempos que corren. La construcción, tal como se lleva a cabo ahora mismo, es completamente contaminante y lesiva para el medio ambiente.
Por mí, a ver si caen y revientan todos, y aprovechando el bajón se nos ocurre entre todos una economía sostenible y menos dañina para el medio.
Decía Zaplana, muy indignado, que ahora al gobierno no le iba bien ni en economía, blablabla… (primero, da por hecho que antes sí le iba bien, pero aparte, se veía que le afectaba en lo íntimo, ese hombre sólo puede ver la economía en términos de beneficio económico, ¿y el coste social y medioambiental?).

Lo de siempre. Vaya mierda de capitalismo, y de mundo. A ver cómo cambiamos esto, que una mano de pintura no tapa las grietas y se nos cae el chiringuito, se nos cae…

Hala, ya me he desahogado. Sonriente

5 comentarios

sonia -

Lo importante es que despues de escribir te quedes a gusto. Si te apetece hablar de cine pues perfecto. Siempre se puede comentar o si no aprender algo nuevo.

macorina -

Pues para no saber qué contar te ha quedado muy apañado el post. En cuanto a burbujas y ladrillos... pues una economía basada en la construcción no es lógica desde ningún punto de vista. Además de que el supuesto crecimiento es ficticio... así que tiene que hundirse y se hundirá... sólo hay que ver cuándo y quiénes se llevan la peor parte. Como tú dices, vaya mierda de capitalismo.

Salarino -

Ay, ayer estuve intentando dejarte un post sobre las perras de unas amigas (las perras de cuatro patas, no mis amigas, ejem) y de cómo les viene la regla como fuenteovejuna y no pude. Bueno, es igual. Te entiendo a la perfección con lo de los posts. Me pasa igual; en ocasiones me gustaría lanzarme sin red y contar mis más íntimas intimidades (cuando lo he hecho en el pasado me ha sentado de maravilla, en la blog que tú y yo sabemos) pero ya no me atrevo. Por eso me debato entre la paridilla, la anécdota inofensiva o el opereo, porque la carnaza me la callo, snif.

malayerba -

Esto de la burbuja ya me olía yo que se iban a apañar para que si petaba,lo hiciera en nuestras narices.Verás cuando la gente empiece a no poder pagar las hipotecas;cuando empiecen los desahucios;cuando todos los que ahora curran en la obra se queden sin trabajo;cuando los malos descubran otra vena de donde chuparnos la sangre, y la pedazo de recesión que nos vamos a comer.Al tiempo.
Por lo demás, si te apetece hablar de cine, yo me apunto.Y si no, pues también.

Omanero -

Ay, que me suben la rojor al rostro :P Oye, que yo a veces pienso justo lo contrario, que escribo bodrios precisamente porque no soy capaz de hablar de mí y de mis quisicosas.

Lo de la burbuja inmobiliaria, pues como cualquier burbuja, el momento en el que estalla, malo, un montón de gente al paro y recesión al canto, si es que eso está más claro que el agua. Eso sí, todavía hay gente que sigue comprando pisos para invertir porque creen que les van a sacar diez millones de beneficios. Y también hay gente que piensa que ha ganado millones porque compró un piso por veinte que ahora cuesta cincuenta. Pues sí. Ahora ve, vende tu piso por cincuenta y cómprate otro. ¿Cuántos millones has ganado?