Desertores
Hace ya un montón de tiempo desde aquella fatídica primavera del 2003 en que EEUU inició la invasión de Iraq. Todos sabíamos que le estaban dando una patada a un avispero, que se podía caer en una guerra civil, reproducir lo sucedido en Vietnam, y ahí estamos.
Todos los días hay muertos, bombas y barbaridades (una paz y una democracia… que es una cosa mala). Aparecen en las noticias y es la misma pesadilla que llevamos viviendo más de tres años. No se distingue un día de otro, ocho muertos, diez, veinticuatro… amasijo de coches y escombros, sangre y gente lamentándose.
El Día de La Marmota.
Actualmente las cifras son las siguientes:
- civiles iraquíes muertos (mín): 50.214
- iraquíes muertos: 655.000
- militares EEUU muertos: 2.931
- militares EEUU heridos: 21.778
- militares EEUU desertores: 8.000-20.000
Entre los soldados americanos hay menos muertes que en guerras anteriores porque se ha avanzado en los sistemas de defensa y cuidados médicos. Ello provoca que haya gran cantidad de gente que no muera pero quede mutilada. Estas imágenes son durísimas, advierto, casi mejor os las saltáis.
Recupero este artículo que hace unas semanas publicó El País sobre los desertores, me pareció muy interesante.
El escenario se parece cada vez más a Vietnam, entonces fueron 50.000 desertores, pero en aquel caso hubo llamamiento a filas y ahora no.
Si hay tanta gente que es capaz de desertar, con lo que ello implica, (cárcel o exilio en Canadá y el desprecio de gran parte de la sociedad), te preguntas cuántos soldados descontentos no habrá. Porque para tomar una decisión semejante hay que tener mucho valor, y estamos hablando de gente muy joven que sabe que no podrá ver a sus familias y amigos en años.
Las deserciones se suelen producir cuando los soldados llegan a EEUU con permisos y se enfrentan al contraste de las dos realidades, porque generalmente cuando están allí están completamente embrutecidos.
Hay que recordar que la mayor parte de las tropas de EEUU están constituidas por chavales muy jóvenes de las clases más desfavorecidas, que se apuntaron al ejército por el dinero y las oportunidades profesionales; nunca pensaron que los iban a mandar a semejante infierno. Los que no sufran daños físicos o la muerte, se van a quedar tocados de por vida, porque la de Iraq de 2003 está empezando a ser diferente a las anteriores guerras, por peligrosidad, crudeza y duración. Y porque no es justa. No creo que ninguna lo sea, pero ésta no deja lugar a dudas, ni siquiera para los soldaditos faltos de educación con la cabeza comida.
Ésta carta pública de Michael Moore me parece buenísima.
4 comentarios
malayerba -
karraxi -
Brixta -
Qué asco!
Omanero -