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weblog de Iwi

Títulos de crédito

Lo que más me gusta de las películas son los primeros minutos, mientras salen los títulos de crédito. Todo es posible y ahí concentramos nuestras expectativas, deseando dejarnos sorprender, cautivar, embaucar por el milagro que todavía constituye el cine.

El genio indiscutible de los títulos de crédito es Saul Bass (El hombre del brazo de oro, Vértigo, Psicosis, Casino). Otros diseñadores destacados por las secuencias de inicio son Maurice Binder (James Bond cuando dispara al objetivo y cae la sangre) y Kyle Cooper (Seven). A mí me gusta particularmente Juan Gatti, quien ha realizado algunos de los títulos de las películas de Almodóvar (Mujeres al borde de un ataque de nervios, Átame, Tacones Lejanos, La mala educación y Hable con ella).

Aquí, por si estáis aburridos, os dejo unos enlaces de Youtube con lo que ha alguien ha considerado

Los mejores títulos de crédito Parte 1

 

 

Los mejores títulos de crédito Parte 2

 


Generalmente, no siempre, durante los dos o tres primeros minutos, te puedes hacer una idea de cómo será la película, el género y el estilo, buena o mala. Luego llegarán los matices.

Hay comienzos de películas espectaculares, intrigantes, chocantes y muchos auténticas obras de arte, donde el sonido (una sirena de policía, una voz en off, el motor de un coche, el bullicio de un pasillo de universidad…) y/o la música (un aria, un rockandroll, un saxo, una guitarra flamenca…) juegan un papel fundamental y te consiguen introducir en breve lapso de tiempo en otro espacio, arrastrarte hacia una sensibilidad determinada. Luego están los colores y los diseños de las letras, cómo se pasa de unas a otras, cómo se combinan con las imágenes, cómo se funden, modifican, giran y, en general, juegan al capricho del que las diseñó.

Es el trozo de la película donde el director le puede dar más rienda suelta a la imaginación y al preciosismo. Es en las primeras secuencias donde se lo juega todo para sorprenderte y engancharte. Muchas veces esa primera actitud te condicionará toda la película, sobre todo si hablamos de cuando se emiten en televisión, donde claramente deciden si te quedas a verla o no.

Las de televisión, y en especial los telefilmes, son tema aparte. Tú zapeas y, casualidades de la vida, descubres que justo va a empezar una película porque tropiezas con las imágenes del estudio o la productora. Ya por ahí tienes la primera información, aunque no siempre. A veces te tienes que esperar a ver la calidad de los títulos y las primeras imágenes, a que hable alguien o pase algo que te dé una pista sobre lo que irá la cosa.

Si es lo que estás buscando, entre todo el desastre de la programación actual y sin haberla mirado previamente, una película siempre es una buena noticia. Luego llegarán las rebajas: es “Cine de Barrio”, comedia de instituto americano, infantil, de animales que hablan o, horror, una de Steven Seagal. Como mal menor, una americana de policías cutres y delincuentes pandilleros. También están las de familia media americana con adopciones de por medio o las de juicios y protección de testigos. A veces incluso con todos estos ingredientes mezclados.

Mención especial merecen las temáticas por fechas, como las de Semana Santa, donde incansablemente, año tras año te tropezarás con “Los Diez Mandamientos”, Charlton Heston con su cara de palo y las clónicas de romanos con reloj digital y túnicas y sandalias inverosímiles. Entre las veraniegas podríamos incluir las de surf de adolescentes californianos descerebrados, pero éstas son más llevaderas porque se reparten más en el tiempo. Luego Halloween, qué horror, pero de verdad, quitando las cuatro de culto que hay por ahí. Y se llevan la palma, por supuesto, las Navidades, esas fechas tan especiales, que comienzan como todos sabemos en noviembre. Ahí sabes que nadie te librará de veinte mil películas infantiles de calidad ínfima en las que suele ocurrir algún milagro y todo el mundo se quiere mucho, de las de Papá Noé de grandes almacenes y las ñoñerías que suelen acompañarlos, ni de la enésima versión del cuento de Dickens de Mr. Scrooge y el fantasma de las navidades pasadas y sus petardos hermanos (conste que originariamente es un cuento que me hacía gracia). Es más, para tu desgracia, hasta en las series más normales, por arte de magia, es Navidad, porque los muy cabrones de la programación se han reservado esos episodios para torturarte aún más por estas fechas.

Éstas, las temáticas, son tan cansinas que consiguen en ti, a las décimas de segundo de haber captado de qué va el tema, un acto reflejo de búsqueda del mando a distancia que parece que te haya dado una descarga eléctrica.

No todo es tan horrible, por el contrario, a veces, descubres con incredulidad que esas letras y esa música que te has tropezado corresponden a “El marido de la peluquera” o “Delicatessen”, una de Scorsese, los Cohen, Wim Wenders, o una que deseabas ver hacía siglos y ni siquiera recordabas. No puedes creer tu suerte. Este momento, no siempre, suele coincidir con que te das cuenta de que no la puedes ver entera porque tenías otros planes. Si no tenías planes, lo más seguro es que la hayas visto tantas veces que no te merezca la pena. Pero el caso existe, sí, y es tan agradable cuando ocurre…

Luego están las que pasan minutos y no terminas de pillarla (¿es de suspense, de terror…?), las raras, que mantienen tu desconcierto hasta prácticamente el final porque no te la esperabas, o las de nacionalidad desconocida, que te tiras como diez minutos intentando ver la matrícula de un coche para tener al menos alguna referencia (“seguro que es australiana”, “qué va, si es irlandesa…”, “coño, ¡que es Liverpool!” ).

También están las que sabes que no van a ser buenas, pero te quedas esperando, esperando, a ver si pasa algo mejor, cuando en el fondo de ti sabes que eso no va a ocurrir, y acabas enganchada a una trama manida pero que no puedes dejar de ver, porque a esas alturas ya te has tragado más de media hora de película y para lo que hay en las otras cadenas te quedas con tu cutre-drama facilón que ya sabes de qué va.

Y una cosa que suele suceder mucho, por lo menos a mí, es que pillas la película recién empezada pero te has perdido el título, y la película promete, te vas enganchando y al final acabas encantada, pero nunca podrás contar a nadie la película que has visto porque no sabrás el título. Si ya te come la curiosidad hasta límites extremos podrás recurrir a internet y a consulta entre conocidos, sobre todo si no has dejado pasar mucho el tiempo, y hay suerte y alguno de los actores es conocido (a no ser que sea la enésima película independiente en la que participó Harvey Keitel, que nadie más que tú habrá visto), pero como la película sea, digamos sueca, y haya pasado más de una semana desde la emisión, olvídate para los restos. Puede ocurrir incluso que, años después, la gente esté hablando de una película maravillosa con título muy conocido y tú afirmes no haberla visto, pero sí, lo hiciste, sólo que no lo sabes.



8 comentarios

gurb -

en cuanto a los videos músicales (abajo de este post), a mi me gusta este, (tim Burton, otro pal bote, genial).
me flipan también mucho los de Marilyn Manson, dirijidos por el mismisimo Brian (el cantante, osea Marylin Manson, si! el de 'aquellos marabillosos años'. Un tipo muy interesante y con un discurso muy cuerdo, por lo que he visto en algunas entrevistas que le han hecho)

gurb -

justo veo que me has dejado un mensaje a mi. para que luego digan que no hay cruzes astrales en estos mundos de blog...

gurb -

perdón por lo de la prueva, era por ver si se podía meter un reproductor (con código html), todo en blanco ha salido, disculpa.

gurb -

iwiiiiiiii, como me gusta tu blog. esto de los títulos de crédito genial, solo añadir a Friz Freleng, creador de la Pantera Rosa (primero fueron los títulos de credito y luego los dibujos animados, geniales), que presentaban las pelis del mismo título (las del Peter Sellers, dirijidas por Blake Edwuars). todo ello con la banda sonora compuesta por Henry Mancini, la tipica de la pantera rosa (papapa, papa! pappappappapapapaaaaa..paraparapappa!!...)

aqui te dejo este superlink por si quieres escucharla:

http://www.radioblogclub.com/open/86508/la_pantera_rosa/la%20pantera%20rosa

esto es una prueva:



y no nos cansaremos, no! de decir que 'El viaje de Chihiro' es ab-so-lu-ta men-te...genial.

Iwi -

¡¡A mí también me encantan los títulos de los DVDs!! jajajaja
Hay algunos chulísimos, como el del viaje de Chihiro (qué pesadita estoy con esta película, pero es verdad)
Me alegro de que te gustara "In the mood for love". Se supone que hay una especie de segunda parte, donde ha pasado mucho tiempo, se llama "2046", pero no es tan buena.

Brixta -

Por cierto ayer vi: "In the mood for love", y me gusto un monton. Menuda llorera al final.

Brixta -

Jajajajaja Lo que me he reido. Real como la pelicula misma!. He estado en todas las situaciones. Tambien esta esa situacion, que ponen una pelicula buenisima a las dos de la manyana un miercoles, o peor aun, un lunes..... Y te acuerdas de todos los pogramadores y sus familias. Sobre todo, teniendo en cuenta que nunca consegui aprender a progamar el video (torpe que es una). Llegas toda emocionada pensando que vas a ver un peliculon, con tus pipas y cerveza preparadita, pones la cinta, y has grabado a la pedorra de Maria Teresa Campos.

Otra cosa, sobre los titulos, hay que ver lo que se lo curran en los dvd's. Hay algunos que son veraderas obras de arte. Un comico escoces que me encanta (Billy Connolly) tiene los mejores que he visto. Es una casita y vas pasando puerta por puerta segun lo que interese ver. Me partia... Me gusta mas eso que el dvd en si. (Soy simple, lo se).

Abeji -

Jajaja...lo que me he reído, tienes toda la razón, y más ahora con las mierdas de peliculas que estan poniendo..es que yo ya tengo asociada la Navidad a salir, porque en la tele como no te tragues los diez mandamientos, (peliculón donde las haya que dura 4 horas), nada de nada...A ver estas Navidades si se lucen un poquito mas (que lo dudo)