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weblog de Iwi

Ventana Velux

Tumbado en la cama, con su dedito recorría la textura de la pared, deteniéndose en los grumos más abultados del gotelé. Los reconocía, los acariciaba, eran parte de su universo, construía constelaciones con ellos, y día tras días los contemplaba, a través de la pantalla borrosa que las lágrimas le ofrecían, perdiendo la vista en su blancura.

  
Cuando dispuso del suficiente dinero se construyó una casa y en la buhardilla situó el dormitorio. En el techo inclinado instaló una ventana, tan larga como su estatura y de un metro de ancho. Bajo ella colocó la cama y ahora, todas las noches, lanza su vista hacia el infinito y se pierde en las estrellas de verdad.

3 comentarios

Paula -

Es precioso. Yo de pequeña también jugaba a imaginar con las rugosidades del gotelé :)
Brixta, ¡qué suerte ver el Támesis desde tu ventana!
Un saludo a todas

Brixta -

Estoy con Sonia. Que bonito Iwita! Lo que mas me gusta de mi minipiso es la ventana del dormitorio. Es larguiiiisiiima, y la cama muy alta. Tengo vistas al Tamesis. Lo mejor del fin de semana es despertar y leer alli con una taza de cafe. Lo mas parecido al paraiso que puede alcanzar mi bolsillo.

sonia -

¡¡¡¡que bonito!!!